Dos tramas se entrelazan en El marido afectuoso, o Los tontos de capirote, una comedia que lanza una mirada satírica a cuestiones como el amor y el matrimonio: un marido que pone a prueba la fidelidad de su esposa utilizando a su propia amante, a la que disfraza de hombre para que desempeñe su papel con solvencia, y una joven aficionada a los libros de caballerías, que, con la mente obnubilada por relatos quijotescos, sueña con que la corteje un caballero semejante a los de las historias que nutren su imaginación. El paralelismo con el Quijote es obvio cuando vemos que el capitán Clerimont ha de adoptar las expresiones propias de la caballería andante y actuar siguiendo sus reglas para conquistar a su dama, como los personajes de la novela de Cervantes que optan por seguirle el juego a don Quijote. Y, de igual modo que Sancho se encarga de enfrentar a su amo con la cruda realidad, Clerimont, el enamorado, debe revelarle a su amada que ya no existen gigantes a los que poder enfrentarse para ofrecerle prueba de su amor. Matrimonios concertados, el uso del ingenio como vía para elegir libremente a la pareja en una sociedad que no contempla esa posibilidad, infidelidades y una comicidad delicada e hilarante a la vez son los ingredientes que hacen de esta obra de teatro un delicioso entretenimiento.